Camaleones y enebros marítimos, víctimas de la especulación urbanística

por Juan Clavero

Quercus 182 (Abril 2001): 20-23
(reproducido con permiso de Quercus y del autor)

El camaleón y el enebro marítimo se han convertido en todo un símbolo de la conservación de un litoral andaluz cada vez más acosado por la especulación urbanística. La provincia de Cádiz es un buen ejemplo actual de cómo el desarrollo costero insostenible acaba con los últimos reductos de ambas especies amenazadas.

El camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) tiene su área de distribución reducida, en el ámbito europeo, al litoral sur de la península Ibérica y a algunas islas del Mediterráneo, como Sicilia, Creta, Samos, Rodas, y Chipre. Su hábitat preferido son los pinares y los retamares de retama blanca (Retama monosperma) sobre dunas costeras y también las zonas de huertos tradicionales con setos vegetales. En la provincia de Málaga se extiende más hacia el interior, por cultivos leñosos de secano como olivos, almendros y viñas (1).

Debido a la extensa área ocupada por la especie y la poca fragmentación de sus hábitats, las poblaciones malagueñas son las que presentan un mejor grado de conservación. En cambio, Cádiz y Huelva contienen las más amenazadas. Estas tres provincias forman su núcleo tradicional. Las poblaciones existentes en Granada y Almería –y algunas de las otras tres provincias– son fruto de introducciones más recientes.

En Cádiz el camaleón se extiende desde Sanlúcar de Barrameda, por el norte, hasta los alrededores de las urbanizaciones de La Barrosa y Campano, en Chiclana de la Frontera, al sur. Existe una pequeña población aislada más al sur, en la pedanía de Caños de Meca (Barbate). En realidad, su territorio en esta provincia está muy fragmentado y coincide con importantes núcleos de población, urbanizaciones y terrenos agrícolas.


Camaleón sobre enebro marítimo. Ambas especies, características del litoral andaluz,
están amenazadas por la especulación urbanística (foto: José Francisco Mingorance).

En Andalucía se ha constatado en general un aumento del área de distribución del camaleón en los últimos tiempos, debido tanto a su mejor conocimiento como a introducciones más o menos planificadas. No cabe decir lo mismo de Cádiz, donde en las dos últimas décadas sus poblaciones han ido reduciéndose debido a la creciente presión urbanística y a la agricultura intensiva de invernaderos.

El enebro marítimo (Juniperus oxycedrus macrocarpa) es una subespecie que tiene restringida su distribución ibérica al litoral atlántico andaluz y a algunos lugares de la costa mediterránea en Valencia y Gerona. Existen también poblaciones en las islas Baleares (2). Su hábitat preferido son los cordones dunares y está acompañado a menudo de la sabina costera (Juniperus phoenicea turbinata). La mayor población se encuentra en el Parque Nacional de Doñana, con unos 5.000 enebros marítimos de un total de 9.000 que se calcula hay en toda Andalucía.

Cádiz acoge la segunda población en importancia, que se sitúa en el Parque Natural del Pinar de la Breña y Marismas del Barbate, con unos 3.000 ejemplares. El resto son núcleos pequeños, distribuidas de forma dispersa por las dunas y acantilados de Rota, por el entorno de las urbanizaciones de La Barrosa y Roche (entre Chiclana y Conil de la Frontera) y, ya dentro del término municipal de Tarifa, en Punta Camarinal, Punta Paloma y Punta de La Peña (3). La situación de estos núcleos es crítica, hasta el punto de que en Rota quedan sólo tres enebros, en Punta de La Peña uno y en La Barrosa y Roche han sido arrancados en los dos últimos años decenas de ellos, habiéndose destruido al menos el 25% de esta población.

MUCHA NORMA, POCA PROTECCIÓN

El camaleón común está oficialmente catalogado en España como especie "de interés especial" y figura en el Libro Rojo de los Vertebrados de España con la categoría de "en peligro de extinción". El enebro marítimo está considerado como especie "en peligro de extinción" en el Catálogo Andaluz de Flora Silvestre Amenazada y aparece bajo el epígrafe de "en peligro crítico" –máxima categoría de amenaza– en la recién publicada Lista Roja de la Flora Vascular Española.

La Consejería de Medio Ambiente de Andalucía ha redactado dieciocho planes para especies amenazadas, entre ellos el del camaleón y el del enebro marítimo. Tanto el borrador del plan de conservación del primero como el del plan de recuperación del segundo presentan un diagnóstico muy acertado de la situación de estas especies y de sus problemas. También establecen medidas que si se aplicaran podrían invertir la negativa tendencia actual. Pero hasta el momento ninguno de estos planes ha sido aprobado, a pesar de que está obligada a ello en virtud de la ley estatal 4/89 de Conservación.

Estos planes fueron analizados en unas jornadas de debate que se celebraron en Grazalema (Cádiz) en febrero de 1999. Las interesantes conclusiones de estas jornadas, a las que asistieron especialistas de toda Andalucía, y las muchas propuestas que se hicieron han sido ignoradas por la Consejería de Medio Ambiente, que sigue paralizando la aprobación de los planes.

En el fondo, lo que ocurre es que no hay voluntad política de a abordar en profundidad la principal amenaza que sufren ambas especies: la creciente especulación urbanística que está destruyendo las mejores zonas de camaleones y algunos valiosos bosquetes de enebros marítimos. Haciendo absoluta dejación de funciones, la citada consejería entiende que sus competencias deben reducirse a los suelos no urbanizables y en ellos centra la mayor parte de sus propuestas conservacionistas.

Pero lo cierto es que amplias áreas de camaleones y enebros son urbanizables o están en fase de declararse como tales, muchas veces con el visto bueno de la propia Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, las leyes que protegen nuestra fauna no hacen ese tipo de distinciones. Admitir que no se puede intervenir ante la destrucción de enebros marítimos o camaleones en terrenos urbanizables es tan disparatado como permitir que se eliminen nidos de cigüeñas cuando se encuentran en edificios urbanos.

De hecho, se han dado en la provincia de Cádiz varios casos escandalosos de desmontes de pinares y retamares con camaleones con el objeto de construir. Tras la ejecución de las obras, las zonas verdes, glorietas y paseos se llenan de palmeras, yucas y alfombras de césped regado sin cesar, que resultan ser hábitats muy poco adecuados para esos reptiles. Estas actuaciones se han autorizado incluso en zonas de servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre, donde la Consejería de Medio Ambiente tiene competencias exclusivas.

TRASLOCAR EN VEZ DE CONSERVAR

La política conservacionista seguida hasta el momento por las Administraciones públicas se ha limitado a cambiar de sitio las poblaciones de camaleones afectadas por los planes urbanísticos. Estas traslocaciones han sido utilizadas hasta para justificar las obras, con la excusa de que se estaba beneficiando a los camaleones al llevarlos a otras zonas donde, en teoría, estaría mejor garantizada su conservación. Nada más lejos de la realidad.

En los trabajos de investigación realizados por los herpetólogos Jesús Mellado y Carmen Díaz Paniagua, dos de los mejores especialistas españoles en camaleones, se llega a la conclusión de que las traslocaciones de estos reptiles fracasan debido a la peculiar biología que presentan (4). Los camaleones viven poco más de un año y las hembras realizan puestas una sola vez, desde mediados de septiembre a finales de octubre. Por eso a raíz de las traslocaciones, los adultos que ya se han reproducido mueren tarde o temprano en el lugar de suelta sin poder dejar descendencia y la población acaba desapareciendo.


La recién construida urbanización El Ancla, en El Puerto de Santa María (Cádiz), se levanta
sobre terrenos que acogían una importante población de camaleones (foto: Juan Clavero).

En la provincia de Cádiz, las traslocaciones han sido realizadas sobre todo por la Consejería de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, el Zoo de Jerez y –todo hay que decirlo– algunas organizaciones ecologistas. Muchas se llevan a cabo sin tener en cuenta que, a menudo, en los sitios de suelta ya existen otras poblaciones con densidades adaptadas a las características del hábitat. El aumento artificial de densidad tras el traslado de nuevos camaleones puede que sea regulado de forma natural, ya que las poblaciones tienden a volver a su equilibrio.

Es muy probable que, por este motivo, el refuerzo poblacional sea infructuoso. Para colmo, la mayoría de los camaleones se han soltando en zonas que después han sido destruidas para urbanizar. En la costa oeste de El Puerto de Santa María, por ejemplo, donde se ha destruido en los dos últimos años casi toda la vegetación de pinos y retamas que había, se soltaron entre 1989 y 1996 un total de 73 camaleones.

Hay más casos. En el paraje de Los Toruños, situado dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, donde el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María destruyó un sabinar, se han soltado 35 camaleones. Pero se lleva la palma el Coto de la Isleta, un parque periurbano del mismo término municipal, con 179 camaleones liberados donde después se ha construido un centro comercial (5). Muchos de estos animales habrán terminado sus días bajo las máquinas tras la dudosa operación de salvamento.

Sólo ante casos irreversibles e inevitables de deterioro o destrucción del hábitat se podrían admitir traslocaciones. Pero tendrían que efectuarse en septiembre, cuando aún es posible trasladar a toda la población, tanto crías como adultos reproductores (especialmente hembras grávidas), y deberían seleccionarse de forma adecuada las zonas de suelta.

Los enebrales costeros no están pasando por mejores momentos y en la costa noroeste de Cádiz –desde Sanlúcar a Rota– están prácticamente extinguidos. Tampoco existe una voluntad real de conservar los últimos enebrales que quedan fuera de los espacios naturales protegidos, aunque es evidente que, como especie catalogada "en peligro de extinción", debe gozar del mismo nivel de protección estén dentro o fuera de esas reservas, se encuentren o no en suelo urbanizable.
 
ATLANTERRA NO PUEDE SER SUELO URBANO

En un auto emitido el pasado 13 de diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha exigido al Ayuntamiento de Tarifa que ejecute de forma inmediata dos sentencias judiciales de noviembre de 1996 y mayo de 1999, por las que se determinaba que las playas gaditanas de Atlanterra y su entorno, no podían ser suelos urbanos.


Izado de bandera negra en la playa gaditana de Atlanterra (Cádiz) 
en junio de 2000, como acto de denuncia por la urbanización 
salvaje de este tramo litoral, que se había conservado virgen hasta 
hace pocos años (foto: Juan Clavero).

El Ayuntamiento de Tarifa había hecho oídos sordos a estas sentencias y no ha dejado de aprobar proyectos de urbanización y de dar licencias de obras para 1.300 nuevas viviendas. Esta situación ha creado un auténtico caos urbanístico en Atlanterra, auténtico paradigma del urbanismo salvaje y especulativo, donde hoy se acumulan bloques de pisos y apartamentos en lo que hasta hace poco eran playas paradisíacas.

La urbanización de Atlanterra ha destruido la única población europea de Ononis tournefortii y una de las pocas existentes de Carduus myriacanthus. Además del daño a estos tesoros botánicos, si las construcciones fuesen a más podrían afectar a una interesante población de enebros marítimos. 

El pronunciamiento del TSJA se produce a raíz de un recurso presentado por el Ministerio de Medio Ambiente contra el Plan General de Ordenación Urbana de Tarifa, aprobado por la Junta de Andalucía en octubre de 1995. Medio Ambiente entendía que este plan obviaba la servidumbre de cien metros de protección que establece la Ley de Costas.

LUZ VERDE DE MEDIO AMBIENTE

La Consejería de Medio Ambiente de Andalucía intenta delegar la responsabilidad en cuanto a la protección de las especies amenazadas del litoral en otros organismos con competencias urbanísticas. Pero parece olvidar que algunos planes y recalificaciones en este sentido se han realizado tras el visto bueno de esa misma consejería. Ejemplos paradigmáticos en la provincia de Cádiz de la peculiar concepción que este organismo público tiene de la conservación de especies amenazadas pueden ser los siguientes.

En La Barrosa, playa de Chiclana con un gran desarrollo de hoteles y campos de golf de alto nivel, la empresa Hoteles Meliá arrancó durante la primavera de 1997 varios enebros para construir un hotel de cinco estrellas. Este hecho fue denunciado por Ecologistas en Acción durante unas jornadas sobre protección del litoral organizadas por la Consejería de Medio Ambiente en un hotel muy cercano. La respuesta de los responsables de la delegación en Cádiz de la consejería fue que no podían intervenir por tratarse de terrenos urbanizables. Al final tuvieron que abrir un expediente sancionador, se impuso una multa ridícula y el hotel está ya construido y funcionando.

En la urbanización de Roche (Conil de la Frontera), la Consejería de Medio Ambiente está autorizando el trasplante de enebros para permitir que se levanten más chalets, en una maniobra que confunde la conservación de una formación vegetal con la existencia de jardines con algunos enebros plantados. Y todo ello a pesar de que no se tiene constancia aún de que se hayan realizado trasplantes con éxito de ejemplares adultos de enebros marítimos.

La consejería ha dado luz verde a la urbanización de la finca Casines, de 325.000 metros cuadrados, y ha autorizado el desmonte de un extenso retamar, donde se conserva la mejor población de camaleones del término municipal de Puerto Real. Las medidas correctoras son ridículas y exigen sólo "un rastreo en la zona de retamas antes del inicio de las obras para recoger los camaleones que haya". Eso sí, se autoriza una traslocación sin especificar cuándo, cómo ni a dónde.

Estas actuaciones urbanísticas podían haberse evitado. Instrumentos legales para impedir la destrucción de áreas con camaleones y enebros los hay y muy eficaces. Lo que se necesita es ganas e aplicarlos y una mínima sensibilidad que se les debe requerir a aquellos que tienen encomendada la protección y conservación de nuestra biodiversidad.

ÉSTAS SON NUESTRAS PROPUESTAS

Desde Ecologistas en Acción hemos presentado una serie de propuestas para frenar el alarmante proceso de deterioro de las poblaciones de estas dos especies protegidas y emblemáticas del litoral andaluz. Entre ellas, la urgente aprobación y puesta en práctica del Plan de Recuperación del Enebro Marítimo y del Plan de Conservación del Camaleón.

Es necesario además el compromiso de todas las Administraciones a la hora de cumplir estos planes. No olvidemos que tienen rango de decreto ley, superior a los planes generales municipales de ordenación, y que por tanto implican y obligan no sólo a la Consejería de Medio Ambiente, sino también al resto de autoridades.

El mantenimiento como suelo no urbanizable de las áreas de distribución de ambas especies y la aplicación obligatoria de medidas beneficiosas para ellas en terrenos ya construidos o susceptibles de serlo son otras propuestas. También una mejor coordinación entre Administraciones y colectivos sociales y la investigación, con respecto al enebro marítimo, de técnicas de reproducción en vivero y de repoblación.

La existencia de camaleones y enebros debe dejar de percibirse como un problema por Ayuntamientos y urbanizadoras y convertirse en el mejor símbolo de la calidad ambiental de una zona costera. Así comienzan a considerarlo ya algunos Ayuntamientos, como el de Conil de la Frontera, que va a proceder a desclasificar una amplia franja costera de pinares con enebros marítimos, pasándola de urbanizable a no urbanizable especialmente protegido. Sin duda una importante e inteligente inversión de futuro.

La extinción de enebros y camaleones en el litoral de Cádiz sería el síntoma de que algo funciona mal. Si ni siquiera somos capaces de convivir con un simpático e inofensivo reptil o con un bello arbusto, es obvio que tenemos que replantearnos nuestro modelo de desarrollo costero. El debate está abierto y son cada vez más los sectores sociales que demandan una moratoria en el crecimiento urbanístico y un modelo de desarrollo que respete los importantes valores ecológicos y paisajísticos que tiene el litoral andaluz.

EL AUTOR


El autor junto a un magnífico ejemplar de enebro
marítimo en el pinar de La Breña, en Barbate (Cádiz).

Juan Clavero, biólogo y geógrafo, es catedrático de ciencias naturales del instituto Santo Domingo, en El Puerto de Santa María (Cádiz). Uno de los activistas más destacados y veteranos del ecologismo en Andalucía, actualmente es el coordinador de Ecologistas en Acción en esa comunidad autónoma.

Dirección de contacto: Ecologistas en Acción · Apdo. de Correos 142 · 11510 Puerto Real, Cádiz · Tel. 956 83 77 02 · E-mail: ecologistas.cadiz@nodo50.org

Agradecimientos: A Mariano Cuadrado y Fernando Saiz por la revisión del borrador del artículo. A Iñigo Sánchez, por la valiosa información aportada sobre la flora del litoral.

Bibliografía

  1. Cuadrado, M. (1999). Plan de Conservación del camaleón. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sevilla.
  2. Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla (1999). Plan de Recuperación del enebro marítimo. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sevilla
  3. Sánchez, I. (2000). Flora amenazada del litoral gaditano. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Diputación Provincial de Cádiz. Jerez de la Frontera, Cádiz.
  4. Mellado, J. y Díaz Paniagua, C. (1999). Estudio de las poblaciones de camaleón común en Andalucía. Bases para el manejo y conservación de la especie.
  5. Mellado, J. (2000). Un plan experimental de traslocaciones de camaleones. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sevilla.
La hemeroteca de Quercus
Artículos complementarios publicados en Quercus:
Quercus 17 (primavera 1985)
Enebros y sabinas de la península Ibérica. Emilio Blanco y Helios Sáinz.

Quercus 56 (octubre 1990)
Ref. 5301056 / 550 Pta.
Recursos naturales y gestión forestal de sabinas y enebros. Juan Andrés Oria de Rueda.

Quercus 133 (marzo 1997)
Ref. 5301133 / 550 Pta.
Distribución actual del camaleón en la península Ibérica. Mariano Cuadrado y Manuel Rodríguez de los Santos.

Quercus 152 (octubre 1998)
Ref. 5301152 / 550 Pta.
Cortejo y reproducción del camaleón común. Mariano Cuadrado.