Hacemos antropología

La antropología es el estudio comparativo de las sociedades humanas. En tanto que disciplina académica la antropología busca comprender desde un punto de vista holístico qué significa ser humano.

La mayoría de la gente no necesariamente puede explicar por qué viven su vida de cierta manera particular. Desde niños aprendemos a ajustarnos al comportamiento de aquellos a nuestro alrededor, comportamiento que hace a una persona típica del sur de Italia por ejemplo, o típica del norte de Chile.

Para explicar las diferencias culturales, los antropólogos a menudo entramos en una comunidad como extranjeros: mujeres que estudian hombres, académicos que estudian granjeros o rumanos que estudian italianos.

Los antropólogos no vemos el comportamiento cultural aprendido como natural, ya que estudiamos la manera en que las prácticas sociales –por ejemplo, la organización de la familia– varían en diferentes sociedades.

Estudiamos todas las sociedades
Todas las sociedades son interesantes para la antropología contemporánea. Consideramos que nuestros métodos y análisis son relevantes tanto para el estudio de sociedades urbanas e industriales como para sociedades rurales de pequeña escala.

Empatía
Los antropólogos tratan de comprender a la gente desde el punto de vista de aquellos que están siendo estudiados. No juzgamos las opiniones de la gente, sino que más bien tratamos de entender por qué creen lo que creen y hacen lo que hacen.

Para saber más sobre lo que hacen los antropólogos, puedes consultar el libro “Introducing Anthropology” de Laura Pountney y Tomislav Maric.

¿Qué es la etnografía?

Contextualización holística

El ideal de la etnografía es estudiar la totalidad de las vidas de la gente: su trabajo, sus relaciones familiares, su religión y sus rutinas. Dado que mucha gente experimenta todo esto simultáneamente, nuestro abordaje es holístico y por ende fiel a cómo la gente realmente vive sus vidas.

Observación participante

Los antropólogos no le preguntamos simplemente a la gente qué hace. Tratamos de observar el comportamiento directamente y de participar en las vidas de la gente. Llamamos a esta metodología “observación participante”. Podemos, por ejemplo, interactuar con la gente al ayudarle con el cuidado de sus niños, al chatear en redes sociales o al trabajar en un comercio local.

Generalizaciones

Reconocemos que cada persona en cada lugar es única. Ahora bien, también reconocemos al mismo tiempo que existen categorías sociales generales: los hombres son distintos de las mujeres, las personas mayores de las personas más jóvenes, etc. Por eso tratamos de equilibrar nuestros análisis y generalizaciones con historias de personas y familias que hablan de su humanidad individual.

¿Por qué pasamos 16 meses en cada sitio de campo?

1)- Para observar tantos aspectos de las vidas de la gente como sea posible. La idea es que al contar con suficientes repeticiones tenemos una idea del espectro típico de comportamiento.

2)- Para tener un espectro de gente de diferentes edades, clases sociales, géneros y otras distinciones.

3)- Para conocer suficientemente a la gente y ganarnos su confianza, de tal modo que nuestra evidencia cubra tanto comportamiento privado (por ejemplo conversaciones de WhatsApp) como comportamiento de carácter público.

Más allá de la etnografía
Si bien la etnografía es vital para la antropología, también necesitamos incluir elementos en los que no podemos participar directamente, como la historia, la economía política y factores contextuales que pueden tener un impacto sobre la gente.

Dimensión comparativa
Nuestro proyecto se fundamenta en diez etnografías realizadas al mismo tiempo. Esta simultaneidad nos permite estar siempre conscientes de las diferencias culturales y nos mueve a explicar por qué la gente en cada sitio de campo se comporta de la manera en que lo hace.

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